En vísperas de recibir al PSG en la Champions League este mismo miércoles y realizar la gesta de remontar 4 goles, el Barça demostró que no ha perdido su buen gusto por el fútbol de toque. El rival era todo un Celta de Vigo que fue el último equipo que derrotó al cuadro barcelonista en el campeonato liguero.

El partido de liga iba precedido por la victoria del Real Madrid en el estadio de Ipurua ante el Eibar por (1-4), donde recuperó el liderato momentáneo y añadía presión al Barça por recuperarlo. El choque ante el Celta de Vigo existió hasta que Leo Messi quiso y sobre todo por el juego de combinación y rapidez que mostró el conjunto local.

Quizás fue el mejor partido visto del Barça esta temporada, porque estuvieron muy finos en todas las posiciones. El entrenador Luis Enrique utilizó el mismo sistema 3-4-3 que también le funcionó contra el Sporting de Gijón que ganaron por (6-1).

Leo Messi hizo de las suyas y fue él quien abrió la lata en el minuto 24, después de deshacerse de Cabral y Sergi Gómez en jugada individual, conectó un disparo al palo derecho ante que el portero Sergio Álvarez nada pudo hacer. El gesto de Leo Messi al celebrar el gol será uno de los temas más comentados sin duda, como si cogiera una llamada telefónica.

Aunque si el primer gol fue de calidad, el segundo anotado en el minuto 40 por neymar Jr a pase de Messi, picando la pelota por encima del portero fue un gol de magia al alcance de muy pocos jugadores.

El Celta de Vigo pudo dar gracias que se fueron a los vestuarios con solo dos goles por debajo, porque el Barça les ganó en todo. Pero el guión en la segunda mitad fue exactamente igual con un Barcelona presionando al rival, robando balones y anotando goles como churros.

Rakitic anotó en un claro fuera de juego el tercero en el minuto 57, después de aprovecharse de un pase entre la MSN.

En el minuto 61 el autor del cuarto tanto fue el defensa galo Umtiti, con asistencia del crack argentino. El quinto y último fue obra de Messi, con un contraataque puro que dejó al portero visitante haciendo la estatua.

En resumen, un partido perfecto del Barça que si se diera este mismo marcador contra el PSG se clasificaría, pero cada partido es un mundo y quien sabe si Messi y compañía nos podrán regalar un partido de esos que crean afición, lo que es seguro es que se dejarán la piel, el estado de forma y la confianza la tienen.