No todos podemos decir con orgullo que vivimos en una tierra de campeones, una comarca con medallas olímpicas y campeones de Cataluña, España y del mundo, podemos presumir de ello e incluso decir que las nuevas generaciones pisan aún con más fuerza que las anteriores, como ejemplo Bernat Vilá Carnicero.

Bernat es un niño menudo para sus 10 años, pero es en realidad un gigante, con dos campeonatos de Cataluña en categoría kata benjamín, con apenas 7 años y repite campeonato hace apenas unos días, ahora en la categoría kata infantil y además 3ª posición en kumite infantil, por delante el campeón tiene un brillante futuro deportivo donde lo mejor de lo mejor está por llegar.

Muy lejos ya quedan sus inicios en Club Karate Llívia-Puigcerdà, cuando un niño de apenas 5 años, muy tímido y extrovertido pisaba el dojo por primera vez de la mano del sensei Raúl Martínez, Bernat me cuenta que en sus dos primeros años en el club participó en campeonatos sociales con el lógico nerviosismo que fue desapareciendo al cambiar la timidez por seguridad y confianza en sí mismo.

La progresión demostrada por el pequeño, acompañada por los buenos resultados hace que su sensei anime a sus padres a que Bernat cambie de dojo y de sensei para que el mismo pueda continuar desarrollando todo su potencial y pueda, sobre todo aprovechar de más oportunidades deportivas que puedan servir como estímulo de su incipiente carrera deportiva.

Así es como Bernat pasa a entrenar 3 días a la semana en equipo de competición Karate Tradicional Pirineus, en la Seu D’Urgell con el sensei Joan Gombau. El consejo de su primer sensei fue más que acertado, el niño demostró que sus primeros logros eran fruto de una combinación de talento y buen aprendizaje, a los pocos meses de formar parte de su nuevo dojo Bernat participa en su primer campeonato de Cataluña y logra su primer campeonato en la categoría kata benjamín.

Ese primer podio y nada menos como campeón de Catalunya permite que Bernat sea seleccionado por la Federación Catalana de Karate y ser parte de la selección catalana compitiendo por primera vez en un Campeonato de España, allí logra clasificar cuarto en categoría kata benjamín. La pasión, la entrega y la dedicación demostrada por el pequeño Bernat son en realidad parte de un objetivo que ya el pequeño gran campeón tiene muy claro: llegar a competir en los Juegos Olímpicos.

A sus 10 años ya tiene sobre sus espaldas dos campeonatos catalanes y destaca a nivel nacional, sabe que el camino escogido no será sencillo, la meta no se encuentra tan lejos y si bien los objetivos son asumibles en el tiempo, los triunfos pueden llegar a superar sus propias expectativas.

A Bernat le brillan sus ojitos al hablar de sus sueños, como buen deportista aspira a lo más alto y es participar en esos Juegos Olímpicos, algo que llegará, visto lo visto, acompañado de alguna medalla, una más para esta Cerdanya que ya sabe lo que son las medallas (José Antonio Hermida, Sydney 2004) o de cobre (Gabriel Gorce, Sochi 2014, juegos paralímpicos).

Un pequeño gran campeón con un más que prometedor futuro por delante, Bernat sigue con paso firme y muy seguro de sí mismo en busca de sus sueños, dejando claro que la Cerdanya es tierra de campeones.