Los equipos españoles tuvieron una noche para olvidar en los partidos de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League, exceptuando el Athletic de Bilbao que fue el único que ganó su partido aunque el resultado no fue precisamente bueno. El 3-2 cosechado ante el Apoel chipriota deja todo abierto para el partido de vuelta y se convierte en un resultado bastante peligroso. Por fortuna corrieron Celta y Villarreal. Los gallegos querían resarcirse de la dolorosa eliminación copera ante el Alavés que los dejó a las puertas, por segundo año consecutivo, de la final.

En frente tenía un rival incómodo, que a pesar de llevar tres meses sin competir se mostró más fresco que el equipo de Berizzo. A los celtiñas no les salió nada durante todo el encuentro, se mostraron indecisos y lo que es más preocupante mostraron claros síntomas de no haber superado, ni asimilado, la derrota copera. Los ucranianos fueron fieles a sus principios, le quitaron la posesión al Celta y crearon peligro a través de rápidos contragolpes. Fruto de ello llegó el único tanto del partido obra de Gustavo Blanco.

El Villarreal sufrió una dolorosa derrota ante la Roma cimentada gracias a una portentosa actuación de Dzeko, que llevó de cabeza a la defensa castellonense y marcó tres goles. Más bello fue el 0-1 de Emerson.

El brasileño superó a Samu Castillejo y no dio opción a Asenjo con un disparo que se coló por la escuadra. La primera parte fue claramente de la Roma, que salió más decidida y con menos miedo que el submarino amarillo. En la reanudación se vieron chispazos del Villarreal que todos conocemos y cuando más peligro estaba creando, y más sufría la Roma, llegaron los tres goles de Dzeko que acabaron con la reacción de los locales y silenciaron el Estadio de la Cerámica.

Sólo un milagro metería al Villarreal en octavos.

La cara fue el Athletic aunque el resultado no fue precisamente el que esperaban tanto aficionados como jugadores. El 3-2 cosechado en San Mamés deja todo abierto para el partido de vuelta en Chipre. Los de Valverde fueron capaces de remontar el tanto inicial del Apoel y cuando tenían una renta aceptable para la vuelta se vieron sorprendidos con un gol cuando apenas faltaban dos minutos para la conclusión del partido.