Todo aficionado a la NBA conoce a ciertos jugadores. Deportistas clave en la historia del baloncesto americano como: Michael Jordan, Kobe Bryant y por supuesto, Vince Carter. Esta semana el jugador de los Memphis Grizzlies cumplía 40 años y ahí sigue, al pie del cañón. El chico de Florida sigue enamorando con su juego en las canchas de todo el país. ¿Cuál es su secreto? Amar lo que hace. Profesionalidad y clase no le faltan.

En el año 1998 era drafteado por Golden State Warriors, pero después, su camino le llevaría directamente a Toronto Raptors donde cosechaba sus primeros éxitos en esta competición.

Pese a que han pasado ya 20 temporadas, Carter, puede presumir de haber estado presente tres veces consecutivas en los Playoffs. Sin duda, será muy recordada la derrota ante los Sixers de Allen Iverson en semifinales de conferencia por 4 a 3. El conjunto de Filadelfia llegaría a la final con los Lakers. Luego, su camino profesional le llevaría a los Nets, Orlando, Phoenix y Dallas.

Posible retirada de Carter con 37 años

Cuando dejaba al equipo de Texas y con 37 años, parecía que la retirada estaba cada vez más cerca. Sin embargo, a “Vinsanity”, le quedan muchos aéreos que mostrar todavía en la cancha. El baloncesto es su vida. Así es como explica el protagonista su estado físico y mental actual: “Uno se hace mayor y algo se pierde.

No me malinterpretes, es realmente agotador. Pero se trata de mantener mi cuerpo y mi mente fuertes”.

Aún estoy de pie. Todavía estoy compitiendo, jugando a este nivel y haciendo lo que debo para estar aquí. No espero nada. Trabajo como si mi carrera ya hubiese terminado. Voy a demostrar que merezco jugar lo que estoy jugando, que merezco estar en esta liga.

Así soy. Aún hambriento por la oportunidad de estar aquí”. Sabias palabras de Vince Carter en las que nos muestra su personalidad y tesón. Con 40 años y 20 años de carrera profesional en la NBA, no se rinde. En Memphis se ha ganado el respeto de los jóvenes jugadores del vestuario para aportarles grandes dosis de experiencia. ¡Bravo Vince! Eres todo un ejemplo a seguir.