Quién le diría hace un tiempo a Ferguson que cuando la estrella del Manchester United se marchaba para iniciar su carrera profesional en el Real Madrid su rendimiento todavía estaba por verse in crescendo. El portugués había ganado su primer Balón de Oro con los Red Devils en 2008 y ese galardón sólo sería el inicio de una larga lista que vendría con el club blanco.

Las críticas, la competitividad que rodea al fútbol y su afán por querer ser el mejor del mundo allanaron el camino hacia el éxito de Cristiano Ronaldo. De origen humilde, escuchaba a menudo a su padre hablar de Di Stefano y soñaba algún día con estar a su nivel y poder conocerle.

Y, a veces, los sueños se convierten en realidad. No sólo ha podido tratar a todos aquellos que admiraba de niño sino convertirse él mismo en un referente para los futbolistas del futuro y ahora en el "mejor del mundo".

Ante la intensa mirada de las estrellas del fútbol internacional, Cristiano recibía el premio "The Best" que lo reconoce como el mejor jugador del mundo en 2016 superando tanto a Leo Messi (quién no fue exento de críticas por no acudir a la gala) y Antoine Griezmann, la gran promesa del Atlético de Madrid. Con este nuevo galardón otorgado por primera vez por la FIFA y deliberado por seleccionadores de los equipos nacionales, sus capitanes, periodistas y la afición, CR7 empieza el 2017 de la mejor manera posible y con una inyección de autoestima que manifiesta literalmente: "He conseguido ser el mejor, los títulos hablan por sí mismos".

Superar un pasado lleno de títulos individuales y colectivos es misión complicada pero si algo caracteriza a CR7 es que no se rinde nunca. "Los títulos me motivan para trabajar como hasta ahora" afirma rotundamente cuando la prensa le pregunta sobre su visión de ahora en adelante. Por lo pronto tendrá que hacerle un hueco en su vitrina a este nuevo tesoro que tanto anhelaba desde su nominación.

Y la pregunta del millón... ¿cómo le llamarán ahora los madridistas? ¿'The Beast' o 'The Best'? Difícil elección cuando se tiene delante a una máquina de hacer goles que pese a su juventud ya ha completado una trayectoria perfecta.