¿Sabes por qué los japoneses viven tanto tiempo? En este artículo comprenderás la razón por la que los oriundos de Japón, el país del sol naciente, viven tantos y con gran salud.

¿Qué es el ikigai?

El ikigai se traduce más o menos como razón de ser en japonés. Sí, la clásica raison d'être francesa, que en japonés es aquella fuerza que tenemos para vivir, esa energía interna que nos dice que estamos vivos y que nuestro objetivo es claro. Al tener una meta marcada, nos sentimos realizados incluso sin haber hecho absolutamente nada. Exageraba; pero la idea es ésa, levantarse y saber que tenemos un rumbo en la Vida y que podemos alcanzar nuestros sueños.

¿Cómo se alcanza el ikigai?

Muchas veces creemos que no tenemos nada que hacer en el mundo, que todos nuestros sueños se han quebrado, que nuestra realidad actual nos fuerza e impulsa hacia otros objetivos y metas, que por supuesto no queremos alcanzar.

Pero debemos tener en cuenta que hay metas que no se pueden lograr si no pasamos por el aro. Es decir, si yo quiero ser piloto de F1, tengo que aprender mecánica del automóvil, y aprender a conducir al menos. ¿Son mis objetivos alcanzables según los parámetros que me he impuesto?

Si nuestras metas ya están con las cartas marcadas y no podemos alcanzarlas, ¿debemos seguir amargando nuestra existencia con imposibles? Buscamos lo que se nos da bien hacer, y vamos poco a poco, dando pasos pequeños que a la larga parecen de gigantes.

¿Hasta aquí he llegado? Sí, tacita a tacita se hace tazón, que dice el dicho. Gota a gota se hace charco. "Es un pequeño paso para el ser humano, pero un gran paso para la Humanidad".

Esa es la frase que deberías recordar. Puede que ahora te parezca un simple paso adelante, pero dentro de unos años te darás cuenta de que te esforzarte en algo que dominabas ha valido la pena.

Ya sabes, aprendiz de todo, maestro de nada, ¡eso no te vale!

Carpe Diem como hacen los japoneses

Aprovecha el momento, vívelo. Si sabes hacer algo bien, hazlo y esfuérzate por hacerlo mejor. Cuando eres experto en la materia, puedes aportar tu granito de arena o tu castillo, porque principalmente, eres el experto; alguien que sabe más de un tema que otro que es neófito.

Y, sobre todo, esa habilidad tiene que aportar algo a la comunidad para que pueda considerarse como ikigai. Porque la frustración llega cuando no eres reconocido en el área que estás desarrollando. Sobre todo, cuando intentas desarrollar una habilidad que desconoces y que no te gusta, sólo por ser reconocido. Esto genera un círculo vicioso en tu vida, y no es necesario decir que este sentimiento no es precisamente un ikigai. Es más bien, propenso al seppuku o al harakiri. ¡No seas una persona melindrosa y perezosa! ¡Disfruta de tus dones!