Philip Nitschke afamado como el "Doctor Muerte", es un humanista, autor físico, fundador y director del grupo pro- Eutanasia Exit International. Es el creador de un sarcófago que provoca la muerte. Nitschke es defensor del derecho a morir dignamente.

La decisión de morir

El Doctor Muerte lleva años obnubilado con la decisión del ser humano de morir voluntariamente. En 1999 se le ocurrió la idea de crear una pastilla de Suicidio indoloro. Lo fundamental es que el afectado pueda finalizar con su existencia. Fue el primer doctor en el mundo en administrar una inyección letal de forma legal y voluntaria, activada por el paciente mediante un sistema de jeringuilla conectada a un ordenador.

Declaraba en una conversación que los australianos suelen utilizar la soga para suicidarse como último recurso antes de intentar una sobredosis de narcóticos y que tras el fracaso, utilizan como última salida ahorcarse. La gente ansía que el momento de su una muerte sea con paz, por lo que el invento de esta máquina es una forma tranquila y hasta placentera de llegar al paraíso.

El "Sarco", llamado así por su diseño de sarcófago, se construye con la máquina de impresión en 3D y garantiza una muerte indolora y pacífica. Entrar vivo para salir muerto. Una vez dentro se activa el camino hacia el tránsito, el Nitrógeno líquido reducirá el nivel de oxígeno y dará la paz en breves minutos. Nitschke lo explica como si se tratase de una borrachera con los colegas; al poco tiempo notas aturdimiento, el típico efecto de un cubata bien cargado, minutos más tarde tu mente se disipa y al final, el sueño eterno te invade.

Advierte, que no se puede matar a nadie con la máquina, ya que sólo se controla desde dentro. Si en algún momento hubiera arrepentimiento, existen dos botones de emergencia para abortar la misión. La cápsula tiene una cobertura que puede ser opaca o transparente, lo que permite disfrutar de unas agradables vistas para irse con el mejor sabor de boca.

Sarco una máquina para ayudar a morir

A comienzos del 2018 estarán disponibles los planos de la máquina, el primer Sarco se verá por primera vez en Suiza, ya que parece haber alguien interesado en este invento. El Doctor Muerte colgará en internet las instrucciones de impresión, montaje y utilización de la misma. Cada usuario será pleno responsable del proceso final.

No hará falta ningún médico para practicar la eutanasia, el único requisito es estar en plena posesión de las facultades mentales. Para recibir los planos hay que pasar un cuestionario disponible en "The Exit" (la empresa de información sobre posibilidades para la finalización de la vida).