El machismo en el habla común se dice: manera de pensar en la cual el hombre es por naturaleza superior a la mujer. Sin embargo, en México el macho es aquel que no se raja, no se doblega. La primera intención del macho mexicano no es denigrar. Por otro lado, no tolera sucumbir o resignarse, en pocas palabras no tolera rajarse. En este artículo hablare del machismo mexicano, reflexión en base a Octavio Paz en su gran obra “El laberinto de la soledad”.

Para Paz: “El "macho" es un ser hermético, encerrado en sí mismo, capaz de guardarse y guardar lo que se le confía.“ (1992, p.11) El concepto del macho mexicano es de un ser inmutable.

Más que un carácter agresivo, es de un carácter frio. No confía, se levanta sin importar las veces caídas.

No se trata de presumir la fuerza física, más bien una fuerza de principios. Aun cuando el camino sea errado, el macho nunca claudica. En otras palabras, el macho mexicano se puede entender como el canguro, animal que rara vez camina hacia atrás.

¿El macho se siente superior a la mujer?

Cuando un hombre clama ser macho, tiene en su mente una antítesis: “el no macho”. Una persona que claudica, ya no avanza se muestra vulnerable a la situación, es denominado como un “no macho”. No se puede negar el papel de la mujer como un no macho. La mujer mexicana es símbolo de tolerancia, de confiabilidad, de emotividad.

Imagen viva del concepto de la mujer mexicana descansa en la Virgen de Guadalupe.

Mujer que escucha, razona, perdona y apoya. Su alter ego, el macho hace al otro entrar en razón, no razona da razones, no perdona, no se disculpa, su lealtad a sus principios es una entrega a ciegas. La mujer mexicana tiene su mirada en el otro, mientras el macho sólo ve en sí mismo y desde sí mismo.

Por lo tanto el machismo mexicano se siente superior por terquedad. Una bestia de doble colmillo. Por un lado es un hombre con principios inmutables. Por otro lado es un ser sin escrúpulos. No se detiene a pensar algo más allá de lo que ya sabe. No siente compasión ni pide perdón. Conservador de tradiciones, no es moderno.

De machos a Machos

El macho violento, no juega un papel central en el machismo mexicano. El hombre de guerra, celoso de sus posesiones materiales, es más de otras tradiciones ajenas a la mexicana. Se puede ver desde los héroes históricos mexicanos, que el carácter del macho es más un defensor de principios que de riquezas. Y en las deidades no existen dioses violadores de Mujeres, complacientes de su propia voluntad. La diferencia del macho extranjero y el mexicano, es la voluntad de ejercer poder. El mexicano responde a una tradición, mientras que el otro responde al hedonismo.

No obstante, no eximo de culpa al mexicano, seria inaudito rechazar que participa de ese hedonismo. De lo contrario, sería negar personajes oscuros de la revolución mexicana, ejecutores de su voluntad.

Es importante aclarar que el machismo mexicano, no responde en su totalidad a un machismo universalista con imagen del hombre violento y ególatra.

No todo macho golpea mujeres. Doy pauta a pensar el machismo mexicano de una manera positiva, deslindado de una máscara impuesta por voces desconocidas, jactadas de verdad en la actualidad. Abro la pregunta a todo ser pensante, cuando hablas de machismo ¿a qué macho te refieres?