La semana pasada os hablé de la importancia de aprender idiomas, de cómo este aprendizaje se ha convertido en una moda y cada vez más gente quiere comunicarse con más lenguas. Pero la comunicación verbal no es la única que debemos conocer, pues, aunque no hablemos nada de un idioma podemos hacernos entender mediante gestos.

Esta manera de expresarnos se llama comunicación no verbal o lenguaje corporal y es otro objeto de estudio para muchos investigadores sociales. Estudian el significado expresivo, apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos aprendidos, ya sea mediante vía visual, auditiva o táctil, pero nunca oral.

Este tipo de comunicación se realiza de manera inconsciente y acompaña en la gran mayoría de casos al lenguaje oral, aunque estos dos tipos de comunicación pueden entrar en contradicción. Esto ocurre porque a veces queremos decir una cosa y, aunque nuestras palabras digan lo que nuestra mente piensa, nuestro cuerpo actúa de manera contraria haciendo que el receptor desconfíe, pues el lenguaje corporal que se utiliza en la conversación transmite mucha información sobre el tema que expresamos.

Los secretos de la comunicación no verbal

Es muy fácil saber cómo es una persona por la forma en la que habla, como mueve sus brazos, si se toca mucho el pelo o si te mira a los ojos mientras habla. Este tipo de lenguaje tiene muchos secretos que, si descubrimos, nos ayudaría en muchas situaciones, tanto cotidianas como laborales.

Por ejemplo, si cruzamos las piernas y los brazos estamos mostrando una actitud defensiva. Este gesto en una entrevista de trabajo o en una conferencia no te ayuda, más bien proporciona desventajas y sensaciones negativas a los receptores. En cambio, mantener las piernas un poco separadas transmite una sensación de seguridad.

La posición de la cabeza también nos puede ser útil a la hora de una entrevista de trabajo. Si la colocamos recta y firme transmitimos seguridad y confianza de lo que decimos, si la ladeamos mientras escuchamos, significa que estamos interesados en la conversación.

Para la vida cotidiana, tocarse el pelo y morderse las uñas también tiene un significado.

Según la Universidad de Montreal (Canadá) las personas que hacen esto son más perfeccionistas, impacientes y se aburren con facilidad.

Lenguaje corporal universal

Hay muchos tipos de gestos que son universales y nos ayudan a entendernos entre personas de distintas nacionalidades, aunque no sepamos ni decir hola en su idioma. Uno, por ejemplo, es encogerse de hombros cuando te preguntan algo. Inmediatamente el receptor se da cuenta de que no sabes la respuesta. Otro gesto es levantar el brazo con la mano abierta en señal de pedir disculpas, como cuando andas por la calle y te chocas con alguien. Automáticamente tu cuerpo realiza esta acción y el receptor entiende tus disculpas.

De la misma forma, el tono de voz de una persona con la que interactúas puede hacerte entender el interés que dicha persona está mostrando a lo que dices; debes fijarte en su tono de voz, si sube y baja de vez en cuando, esa persona está interesada.

Al igual que, mientras que interactúas con una persona, si imita los gestos que realizas mientras hablas significa que habéis conectado bien y se siente cómodo hablando contigo. Esta táctica también vale con la risa, aunque no tengan gracia las cosas que dices, si una persona se ríe contigo, es buena señal.