Y es que estas fabulosas mujeres no sólo son expertas en música y danza, sino que además resultan una increíble expresión de feminidad, belleza y magnetismo.

Su inconfundible rostro blanco con rojos labios y peinados elaboradamente decorados, son una imagen duradera retratada por todo el planeta como la entrada a un mundo al que la mayoría de nosotros, los simples mortales, no estamos invitados. Incluso en la actualidad la Geisha sigue siendo un Misterio tanto para los japoneses como para los turistas que visitan el país del Sol naciente… y quizá sea esta su verdadera fascinación.

Del mismo modo que otros países, Japón siempre ha tenido algún tipo de fuente de placer que ofrece diversas formas de entretenimiento, incluyendo por supuesto, la variedad sexual.

Cuando Japón cortó todo contacto con el mundo exterior durante la era Edo, los ricos comerciantes de las ciudades continuaron desarrollando las artes del país en las principales áreas urbanas. Con la mayoría de cortesanas de la época volcadas en su propia realización, los comerciantes buscaron otros tipos de entretenimiento, incluyendo música, danza y poesía.

Fue a partir de estas primeras etapas, cuando el mundo de la Geisha empezó a desarrollarse proporcionando un servicio para entretener y encantar, trabajando junto a lo muy deseable y para la mayoría de las personas inasequible.

Las Geishas tienen lugar propio en la historia. Esta comunidad fascinante de mujeres ha de trabajar muy duro para merecer este título. Comienzan su vida como Maiko, un término que se traduce como "niño bailando". Efectivamente, son aprendices de Geisha, que se someten a una larga formación en todas las artes que una Geisha consumada necesita dominar, como la música, el baile, tocar instrumentos tradicionales y cantar.

La instrucción por lo general toma alrededor de 5 años, después de lo cual las aspirantes se convierten en Geishas de pleno derecho.

Características de una Geisha

  • El maquillaje blanco para la cara que utiliza, se hacía con plomo en un principio, hasta la era Meiji que se descubrió que era venenoso
  • Cuando sirve té, se levanta la amplia manga de su kimono lo suficiente para desnudar su muñeca, gesto que resulta todo un signo de seducción y sensualidad
  • El anonimato es una parte esencial para la Geisha, acrecentando más si cabe el aroma de misterio que envuelve su figura
  • Fueron entrenadas para dormir con sus cuellos en soportes pequeños, o takamakuras, en lugar de almohadas, para que pudieran mantener sus perfectos peinados intactos durante la noche
  • No se le permite formalizar una relación durante el tiempo que decida ejercer la profesión, si se casa tiene que renunciar a su papel

Bellezas históricas

Aunque ahora es una rareza ver a una verdadera Geisha bamboleándose con sus tradicionales zapatos de madera por las calles de Kioto, el encanto de su estilo de vida nunca ha cambiado.