Los sapiosexuales se distinguen por seducir con su inteligencia inaudita y su don para crear experiencias intelectuales originales y novedosas. Una mezcla entre el payaso de IT (no confundir con el ingeniero técnico de la empresa) de Stephen King y Christian Grey. Quizás ni tanto ni tan calvo, pero si por algo se distinguen los sapiosexuales es por conquistar a su amor con su inteligencia.

Desde mi inexperiencia, dudo mucho que yo pueda enfrentarme a un duelo intelectual con una persona sapiosexual. Lo único que entiendo de la palabra sapiosexual es la parte sexual, lo demás me suena a sapo y a apio.

Dicen que viene del latín sapiens, que significa sabiduría. Puede ser, sapere es potere.

Y hablando de Christian Grey, si yo tuviera millones en el banco, -de dólares, no de Christians-, otro gallo cantaría. No sería un sapiosexual tampoco, yo creo que sería un rico…pagafantas. Como ahora, pero en versión Rockefeller. No hago apología de tener dinero para conquistar a la persona amada. Para eso ya están las películas de Hollywood con sus anillos de diamantes, sus pedidas de mano -y apertura de piernas a posteriori- y todas esas publicidades televisivas que consideran a la mujer como objeto de deseo y al hombre como el que le compra los caprichos o simplemente, que considera a la mujer como un objeto que hay que conquistar con otro objeto.

Creo que me perdí esa ecuación en las matemáticas. No la comparto. Para compartir, las redes sociales, que es la única manera de compartir que sale gratis.

Así que seguramente atraídas por mi inteligencia o por la carencia de ella, surge un cierto interés. Del interés, el recelo, y el asco muy probablemente, por la otra parte.

Casi con certeza, surge la llamada, la separación trascendental con el mundo material. Traducción, órdenes de alejamiento tácitas y líneas rojas que no debería cruzar.

Para gustos, colores, de todas formas. Como no soy un sapiosexual, rezumo estupidez por los cuatro costados y paso de modas intelectuales. Debido a esto, y a otros motivos, la gente como yo no aparece en programas como Mujeres, Hombres y Viceversa. Más que nada, porque es complicado ser cortejador viendo como la otra persona aguanta las náuseas por ti.

Gran detalle. Y además, estos programas duran más que un radio serial de Guerra y Paz.

Porque las guerras duran, pero una relación de Hombres, Mujeres y Viceversa tienen más cabos sueltos y más camisas de atar que Pabellón Psiquiátrico. Sí, el de hombres G. Con g de…

Podéis buscar a ese grupo en Internet o en Youtube. ¿Es que hay algo en Internet que no busquen los Millenials? Millenial, me recuerda a los Fraguel. Vaya términos, entre sapiosexuales y youtubers anda el juego.

Lo único que quiero saber es a qué juego se está jugando. Las reglas son demasiado raras como para comprenderlas.