Para empezar a hablar de este tema podríamos empezar diciendo que "Sheldon Cooper" tiene razón, regalar se convierte en una gran tontería ya que en el fondo todo regalo te hace prisionero de un contra regalo y al final hay que afinar tanto entre las reciprocidades que se establecen que esto se convierte en una especie de obligación de devolver.

"Ocuparse de los demás es la puerta hacia la locura"

En esta sociedad en la que nos encontramos con un individualismo tan feroz, la cual ve los regalos como una especie de intercambio para demostrar el aprecio que tenemos a ciertas personas y estas a su vez para que nos devuelvan el gesto, ver lo que les importamos.

Al descubrir un regalo que no nos parece justo o no nos gusta nos enfadamos y esto puede llevar a posibles venganza entre regalos o crear una tensión entre ambas personas, “puesto que ha demostrado que no nos aprecia”.

Si yo te hago un regalo queriendo comprar tu afecto para mostrarte lo que me importas en el fondo lo que hago es hacerte prisionero de mi narcisismo y que tú me devuelvas especularmente la imagen que yo quiero que me des, es decir, eres digno de ser querido, pero claro si tú a la siguiente vez que te toca a ti en este ciclo de la vida regalarme algo no cumples las expectativas que yo tengo puestas, me estarás ofendiendo y la próxima vez el regalo mío será peor.

Un estudio realizado por el filósofo "Marcel Maus" entre los intercambios comerciales entre tribus primitivas demostró que hay un fenómeno universal denominado "Potlacht" que nos dice que hay un encuentro tribal una vez al año o en determinados periodos de la naturaleza donde intercambian sus bienes, pero en el fondo este trueque de los objetos nunca hace justicia ya que siempre hay una parte que se queda agraviada comparativamente, por eso se crean percepciones de que el otro está en deuda y la cosa no siempre acaba bien.

Un ejemplo de esto son algunas tribus de "Papua Nueva Guinea" que todavía siguen hoy en día haciendo "Potlacht" y cuando no llegan a acuerdos de pactos de compensación van a la reunión siempre armados.

Cuando no funciona los pactos se dirimen los conflictos solucionándose por la vía rápida

Hoy en día todos los pactos o compensaciones que vemos en la sociedad ya sea de la "ONU" o de las guerras tienen esta estructura de dar para que me des, esta es nuestra prisión necesitamos recibir, porque la vida nos viene de lo que nos han dado previamente los demás.