La transformación de la sociedad desde la introducción de Internet es una evidencia que a nadie deja indiferente. Este hecho se intenta explicar desde diversas disciplinas científicas así como desde la reflexión de diferentes pensadores e intelectuales que desde el siglo XX intentan comprender como este fenómeno ha alterado las vidas y las conductas de los seres humanos.

Es bien conocido el libro 'Superficiales' de George Carr en el que analiza como Internet está cambiando nuestra forma de pensar. Manuel Castells, asimismo, ofrece una visión desde el plano de la sociología con su definición de la sociedad red.

El sociólogo, César Rendueles, explica que para pensar en el futuro recurre a pensar en el pasado porque en el pasado "hemos tenido" importantes expectativas de futuro respecto a la tecnología; en este sentido, para no repetir errores- subraya Rendueles- no está de sobra "pensar cómo hemos imaginado el futuro" tecnológico en el pasado y ver "en qué medida las cosa son diferentes o tal vez iguales".

Rendueles, que hizo esta afirmación en el transcurso de una conferencia en el Centre Cultural Blanquerna, afirmó al hilo de su argumento que se tiende a pensar en la tecnología como un "vector independiente" en los procesos sociales sin contemplarlo integrado en las "propias dinámicas sociales que estamos viviendo".

Alcance de la tecnología

En este sentido, el sociólogo apunta que, en realidad, no se sabe el alcance de la tecnología porque la sociedad está presa de una "configuración pasada". "De ahí, la importancia de mirar al pasado", recalca.

"La tecnología digital es una tecnología, básicamente, asociada a los procesos de mercantilización", aclara el sociólogo.

Explica, en esta línea, que toda la "restauración mercantilizadora" que se ha producido desde los años setenta, como por ejemplo, el proceso de extensión de los mercados "hubiese sido inviable sin el desarrollo de grandes bases de datos y procedimientos comunicativos avanzados".

Añade, el sociólogo, que esto también ha ocurrido "socialmente" porque, de alguna forma la digitalización también "ha acompañado a los procesos de individualización que se han generalizado, al menos, en occidente en los últimos treinta o cuarenta años".

Esta coyuntura, según Rendueles, de nuevo, "nos ha hecho creer que había ahí una especie de solución con ganancia; es decir que lo que nos proporcionaba la tecnología suplía, con creces aquello que perdíamos".

Por tanto, estamos atrapados en un "marco conceptual" a lo largo de cuarenta años en lo que se refiere a la "utopía y distopía simultánea" y a lo mejor deberíamos atender a "propuestas insospechadas", explica el sociólogo. Para ilustrar esta afirmación, recuerda un "viejo proyecto soviético" que era aplicar tecnologías avanzadas de la comunicación a la planificación económica.

El sociólogo, alude a una vieja corriente socialista que tuvo un hito destacado en el gobierno de Salvador Allende en Chile en los años 70 y planteaba que "había opciones democratizadoras a través de la planificación tecnológica que evitarían todas las tendencias burocratizantes, centralizadoras y autoritarias propias de la planificación soviética".

"Aunque es un proyecto muy descabellado me resulta atractiva la idea" porque demuestra que desde lugares "completamente insospechados tal vez haya posibilidades que ni siquiera imaginamos", precisa César Rendueles.

En esta línea, explica que se planteamiento le resulta "más sugerente" para pensar en el futuro como una "ruptura del pasado y no como una mera declinación más o menos inevitable de lo que hoy hay".