Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) ubicada en Suiza, ha conseguido crear un implante, completamente flexible, que permite estimular la médula espinal cuando está dañada y así poder lograr la recuperación de la movilidad y los sentidos como el tacto, presión, calor, etc.

Hasta hace pocos años, se colocaba un dispositivo electro-estimulador por debajo de la envoltura que protege al sistema nervioso, ya que es una de las técnicas más utilizadas para ayudar a tratar lesiones de la médula espinal. El inconveniente de esta técnica es que estos implantes son demasiado rígidos, lo que provoca cicatrices, inflamación y en algunos casos rechazo.

Este implante creado con un material elástico y flexible (consiguiendo emular a un tejido vivo), una vez que ha sido colocado en la médula espinal, estimulado de forma química y eléctrica, consigue reconectar los mensajes entre cerebro y médula espinal, y ha sido nombrado como “duramadre electrónica” (e-Dura). Una de las ventajas que posee e-Dura, es que no provoca los efectos secundarios negativos de los implantes rígidos, incluido el rechazo. En los experimentos realizados en ratones, se comprobó que a los dos meses de la colocación del implante, los roedores no presentaban ningún efecto secundario ni rechazo, recuperando la movilidad total. Además, los investigadores, están más que convencidos de que este implante tendría una vida útil de diez años en seres humanos.

“Este implante puede permanecer durante mucho tiempo en la médula espinal o en la corteza cerebral porque posee las mismas propiedades mecánicas que la duramadre; abriendo nuevas posibilidades terapéuticas para los pacientes que han sufrido daños neuronales o medulares, en particular aquellos que han quedado paralíticos después de una lesión medular”, explica Sinc Stéphanie Lacour, miembro del equipo de investigación que ha creado el implante.

Publicado por la revista Science, expone que este hallazgo podría servir no sólo a pacientes con la espina medular dañada, sino a personas con neuralgia crónica (dolor crónico de origen neurológico) o en otras enfermedades neurológicas como el Parkinson.

¿Qué es una lesión de médula espinal?

La médula espinal es un conjunto blando de nervios que se extiende desde la base del cerebro hasta la parte baja de la espalda.

Transcurre por todo el conducto vertebral, un túnel formado por las vértebras de la columna, que también la protege. La ME transporta mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo. Estos mensajes le permiten realizar movimientos y sentir el tacto, el dolor, el calor, entre otras cosas. Cuando se produce una lesión en la médula espinal, se detiene la transmisión de los impulsos eléctricos por debajo de la localización de la lesión. Cuanto más cerca del cerebro esté la lesión, mayor será la parte afectada del cuerpo. Dependiendo de la zona afectada se denominan:

  • Una lesión en la parte central de la espalda suele afectar las piernas (paraplejía).
  • Una lesión en el cuello puede afectar los brazos, el torso y las piernas (tetraplejía).

Una lesión de médula espinal puede ser completa o incompleta.

Un paciente que tiene una lesión completa no puede sentir nada ni moverse por debajo del lugar de la lesión. En el caso de una lesión incompleta, la persona todavía tiene algo de sensación o movimiento en la zona afectada.

Sea como sea, la ciencia nos sorprende con hallazgos tan importantes y tan increíbles como es recuperar la movilidad una vez perdida para siempre.