El hecho a través del cual la progenie de un determinado animal mata y se alimenta del cuerpo de su propia madre se conoce como matrifagia. Este tipo de comportamientos podemos encontrarlos de forma bastante común en arañas aterciopeladas del género Stegodyphus, las cuales viven en desiertos donde el número de presas que llevarse a la boca puede escasear durante bastante tiempo. En estas situaciones de falta total de alimento, que la madre pueda cazar para dárselo a sus crías lo que hace es arrancarse internamente su propio intestino e ir regurgitándolo poco a poco para alimentar a sus hijas.

Esta acción es una medida desesperada de la madre para propiciar, sobre cualquier otra cosa, la supervivencia de su progenie, pero es una decisión cuyo final ya no tiene vuelta atrás. Según la araña madre se va destrozando internamente llega a un momento de total debilitamiento, y es en ese justo instante cuando todas sus hijas se abalanzan sobre ella y la devoran por completo, estando aún viva. A partir de ahí, las hijas deben abandonar el nido y buscar el alimento por sí mismas, con el fin de crecer y terminar sirviendo a sus hijas como lo hizo su madre con ellas.

Un caso algo particular: la Stegodyphus dumicola

Dentro de este género de Arañas existe una especie que presenta unos hábitos de comportamiento muy sociales, ya que viven agrupadas en nidos que ellas mismas tejen y entrecruzan con material vegetal, pero no sólo viven arañas hermanas sino que se agrupan individuos de diferentes orígenes maternos.

Esta es la especie denominada como Stegodyphus dumicola, cuyas hembras cuidan a todas las crías del nido, sean sus madres o no, e incluso sin ni siquiera haber tenido hijas. La vida de estas arañas dura escasamente un año, por lo que aquellas hembras que no se han reproducido cuando sus hermanas ya lo han hecho, seguramente no lleguen a reproducirse.

Y este número de arañas "vírgenes" puede llegar a ser bastante significativo, ya que el número de machos en el nido es muchísimo menor que el de hembras, algo muy común en muchos tipos diferentes de artrópodos, como arácnidos e insectos. Por lo tanto, realizan el cuidado de las crías de otras arañas, llegando al extremo necesario para su supervivencia como es dejarse devorar. Ya que no se van a reproducir, por lo menos sirven de alimento para las arañas hijas de otras.

“La ciencia que no es divulgada hacia la sociedad es como si no existiera”.