El cambio climático es un fenómeno que no sólo es ya constatable por el aumento de la temperatura en regiones consideradas templadas, como por ejemplo en España, donde el verano parece haberse adelantado con una ola de calor brutal y desconocida para esta época del año. También empieza a serlo desde el punto de vista ecológico. Desde hace varios años organismos como SEO/Birdlife han venido recogiendo observaciones de especies de aves africanas en territorio español. Es un fenómeno que va en aumento, tanto en el número de ejemplares observados como en el de especies.

El ibis común empieza a colonizar España

Así pues, especies migratorias o circunstanciales como el ibis común o morito empiezan a colonizar de forma permanente nuestro suelo, y carroñeros como el enorme buitre torgo y el moteado, cuyos avistamientos en el pasado eran muy raros, empiezan a ser cada día más frecuentes, dándose ya casos de convivencia con el autóctono buitre leonado.

En los humedales es también ya habitual contemplar especies africanas, especialmente en el sudoeste del país. Además del citado morito, otras aves como la garceta difusa o la garceta grande ya son una estampa común para el visitante de espacios protegidos como Doñana. Las golondrinas comunes, los aviones y los vencejos, habituales heraldos de la primavera, ya no vienen solos.

Les acompañan sus parientes los vencejos cafre y moro, que además tienden a quedarse permanentemente, al igual que otras muchas especies consideradas migratorias.

El auge del meloncillo, otra posible consecuencia

Pero esta colonización zoológica de especies que habitan normalmente en la región etiópica no es la única señal ecológica del Cambio Climático que podemos observar en España.

Existe un mamífero que está conociendo una rápida expansión por todo el sur y el centro de nuestro país debido, entre otras causas, al aumento de las temperaturas.

Se trata del meloncillo, una mangosta que desde tiempos históricos puebla el sudoeste de nuestro país, pero que desde hace unos pocos años se ha expandido de forma alarmante por una gran parte de nuestro territorio.

Parece que el calentamiento global ha fomentado su reproducción y el declive de especies competidoras como el turón, la marta o el visón europeo, diezmadas ya por la presencia de otras especies invasoras como el visón americano o el mapache, está favoreciendo su desmesurado aumento poblacional, causando cierto daño a especies cinegéticas como el conejo o la perdiz roja.