No es difícil escuchar a un orgulloso dueño de perro decir la frase “solo le falta hablar” y es que como animal social, el perro ha seguido un proceso evolutivo que le sirve para detectar y entender las indicaciones y las emociones de sus dueños, no en vano somos su fuente de alimentación y de bienestar.

Los perros también entienden palabras

Así, los perros no solo comprenden los gestos con los que les indicamos una dirección o lo que queremos, también entienden palabras. Jhon Pilley es un psicólogo de los EE.UU. que adoptó de cachorra a una border collie (son considerados una de las razas de perro más inteligentes) a la que puso por nombre Chaser y emprendió el experimento de enseñarle nombres de diferentes objetos.

Al cabo de tres años, Chaser era capaz de identificar 800 nombres, los distinguía hasta el punto de traer siempre el objeto que se le pedía, pero además podía categorizarlos distinguiendo los que eran juguetes de los que no.

Pero además, los perros saben diferenciar nuestras emociones, por eso suelen entender mucho mejor nuestras indicaciones cuando les miramos a los ojos, así mismo son capaces de interpretar lo que significa nuestra entonación. Otra capacidad de los perros es la de aprender por imitación, saben repetir lo que están haciendo sus dueños, así podemos ver en Facebook vídeos de perros que practican yoga a la par que sus amos o comprender mejor su compenetración en las competiciones de agility.