La sonda Cassini, en órbita alrededor de Saturno, continúa su misión suicida comenzada el pasado 30 de noviembre. El 22 de abril comenzará una serie de inmersiones en los anillos de Saturno antes de ejecutar el último descenso previsto el próximo septiembre. Puesta en órbita por la NASA tras un viaje de siete años, Cassini observa el planeta gigante desde el año 2004. Ha sido la observación más larga del planeta de una masa nueve veces superior a la de la Tierra. El objetivo de la sonda es hacer un análisis preciso de todo el sistema saturnino, debiendo estudiar su magnetosfera, las interacciones de Saturno con sus satélites, sus anillos y el viento solar de la zona.

Con sus 65 lunas y sus enigmáticos anillos, Saturno sigue intrigando a los investigadores a pesar de la enorme distancia que le separa de la Tierra: más de un millón de kilómetros.

La primera misión de una sonda alrededor de Saturno data de 1979. Tenía por objetivo explorar el sistema solar y permitió encontrar un nuevo anillo, hasta entonces oculto. La sonda orbitaba en aquel entonces a 200.000 kilómetros del planeta. Le siguieron dos misiones más, en 1980 y 1981, que pusieron en evidencia la presencia de nitrógeno en la atmósfera de una de las lunas de Saturno, Titán. Esta vez, Cassini se aproximará a menos de 28.000 kilómetros del gigante.

La sonda americana partió de la Tierra en el año 1997 y comenzó una primera fase del viaje de una duración de 7 años.

Después del año 2004 se dedica a la observación incansable. Desde su llegada, ha recorrido 2,2 millones de kilómetros, descubierto 10 lunas, transmitido más de 3600 informaciones científicas y tomado casi 400.000 fotos. Durante su aproximación, la sonda ha podido tomar imágenes inéditas de los célebres anillos de Saturno.

El 16 de enero pasado, gracias a los aportes de la Cassini, la NASA desveló la estructura granular de los anillos saturninos, compuestos en su mayor parte de cristales de hielo puro al 99%.

Gracias a la sonda Huygens, pasajera de Cassini que inició su misión en enero de 2005, un mar de metano líquido fue descubierto en Titán, dejando abierta la posibilidad de vida extraterrestre en el lugar. Pero el descubrimiento más asombroso, según los científicos, fue la presencia de un vórtice polar hexagonal, una nubosidad de 32.000 km de diámetro y más de 100 km de espesor en la zona del polo norte de Saturno.

En el momento de su último descenso, la sonda se consumirá como un meteorito al entrar en la atmósfera de Saturno. El final de la misión está previsto para el próximo 17 de septiembre.