Transcurridos veinte siglos de cristianismo y de tradiciones populares asociadas, es prácticamente inconcebible siquiera pensar que Jesús pudiera haber nacido en una fecha distinta del 25 de diciembre. Y sin embargo todos los estudiosos y expertos de la materia están de acuerdo en que Jesús no nació ese día. Es más, el hombre cuyo nacimiento marca el inicio de la era cristiana, no nació en el año cero.

Una fecha pagana elegida por oportunismo

Los estudiosos creen que la Iglesia Católica romana acordó proclamar artificialmente el 25 de diciembre por varias razones, ninguna de ellas relacionada con la fecha verdadera del nacimiento de Jesús.

El solsticio de invierno marcaba el punto a partir del cual los días comenzaban de nuevo a extenderse, robando poco a poco tiempo a la larga noche invernal. Desde tiempos inmemoriales las comunidades primitivas ya encontraban en ello una buena razón para celebrar el resurgir del sol, el astro que fue durante largos milenios reverenciado como la divinidad superior. Además, en Roma se celebraban el 25 de diciembre las llamadas Saturnales, llamadas así por ser unas festividades en honor del dios Saturno.

La Iglesia no podía permanecer aislada del contexto social en el que luchaba por abrirse camino. Con fina inteligencia, sus dirigentes decidieron colocar el cumpleaños de Jesús en una fecha apropiada, beneficiándose del rebufo de unos festejos paganos de profunda raigambre popular.

Nadie puede asegurar con solvencia cuándo nació Jesús.

Algunos expertos creen que pudo ser entre los años 6AC y 4AC, tomando como referencia el relato bíblico de Herodes el Grande. Antes del fallecimiento de este rey judío, el 4AC, el mandatario supuestamente ordenó el asesinato de todos los niños varones menores de dos años residentes en los alrededores de Belén, con la intención de deshacerse de la amenaza que suponía Jesús.

Pero esa horrible matanza no es más que una leyenda, por lo cual no se puede basar sobre ella ninguna teoría sólida.

La ayuda de la astronomía

En Historia antigua, en ocasiones se consigue saber el año en que tuvo lugar un suceso porque existe un testimonio escrito de la época que lo asocia a algún acontecimiento astronómico, como la aparición de una estrella o el paso de un cometa.

En esta línea, algunos estudiosos creen que si se consigue saber en qué año apareció la famosa “Estrella de Belén”, ese será con bastante fiabilidad el año en que nació Jesús.

En 1991 el astrónomo Colin Humphreys publicó un artículo en la revista Quarterly Journal of the Royal Astronomical Society, en el que proponía que la famosa estrella fue en realidad un cometa cuya aparición fue anotada por observadores chinos en el año 5AC.

Los investigadores también debaten sobre el mes en el cual nació Jesús. En 2008 el astrónomo Dave Reneke argumentó que la Estrella de Belén pudo ser una visión de Venus y Júpiter juntándose en el cielo y formando una luz brillante. Reneke cree que el evento ocurrió el 17 de junio del año 2AC, que para él es la fecha del nacimiento de Jesús.

Otros se han decantado también por una conjunción planetaria, pero otra distinta, en esta ocasión protagonizada por Saturno y Júpiter, ocurrida en octubre del año 7AC. En ese caso Jesús habría nacido en otoño.

Los que siguen considerando a la Biblia como la fuente principal para conocer los hechos, creen que Jesús nació en primavera. Se basan en que durante la noche del nacimiento, según los evangelios, los pastores se encontraban vigilando sus rebaños pastando en los campos.