En 1985, Klaus Schreiber afirmó haber captado en el monitor a su hija Karin, fallecida meses atrás, al usar una cámara de vídeo doméstica y un televisor en blanco y negro. A través de la psicofonía, contó que su hija le iba guiando para llevar acabo un fenómeno que se ha conocido como psicoimagen. Schreiber falleció meses después convencido de haber tendido un puente entre el mundo real y entre ese denominado "Más Allá".

Pero, ¿qué son las psicoimágenes? Para los parapsicólogos científicos se engloba en ese amplio campo conformado por la Transcomunicación Instrumental (TCI).

Los especialistas en la materia aseguran que cualquier aficionado puede experimentar en su casa a través de la utilización de un monitor y una cámara de vídeo trabajando en circuito cerrado. Tras el análisis de fotograma a fotograma y con una paciencia digna de admirar, podría saltar la sorpresa.

El suceso más misterioso ocurrido en España relacionado con la psicoimagen le sucedió a un grupo de experimentadores canarios, que captaron una serie de caras humanas en sus televisiones que destacaban por su gran nitidez. Al ver estos rostros en la televisión, el impacto fue tal que decidieron que nunca más volverían a realizar ese tipo de pruebas. La posibilidad de que fueran imágenes de personas fallecidas no se descartó en ningún momento...

Según los parapsicólogos científicos, en el fenómeno de las psicoimágenes el factor humano jugaría un papel fundamental. La persona, según estos especialistas, actuaría como canalizador entre los aparatos electrónicos y el fenómeno. También advierten del peligro que supone obsesionarse con la búsqueda y captación tanto de psicoimágenes y parafonías.

La superación psicológica por parte del fenómeno puede provocar que el experimentador se ancle en la fantasía, incluso llegando a crear trastornos.

No existen nuevos avances sobre la psicoimagen. Las pocas investigaciones y proyectos que se llevan a cabo no se divulgan. Además, el riesgo del descrédito por parte de los científicos y de caer en ese "ostracismo" de la charlatanería siempre está muy presente.

Hollywood ha sabido explotar este tipo de fenómenos extraños con películas bajo una visión terrorífica. Un ejemplo es la película White Noise (2003) dirigida por Geoffrey Sax, donde el fenómeno de las psicoimágenes es un elemento esencial.