El comportamiento antisocial que puedan mostrar algunas personas hacia el resto tiene un alto grado de origen en la genética, un ambiente turbio mezclado con una mala combinación genética condicionan el comportamiento y la personalidad del individuo.

Investigadores llevaron acabo un estudio para determinar si los comportamientos antisociales pueden verse afectados por unas variantes genéticas muy comunes en las personas como son: El MAOA, que es una enzima clave en el catabolismo de las neuronas cerebrales, el BDNF, que modula la plasticidad neuronal y el 5-HTTLPR, que se trata de un gen transportador de serotonina, y las experiencias tanto positivas como negativas de una persona.

Para la realización de este estudio contaron con la participación de 1337 estudiantes con una edad comprendida entre 17 y 19 años, estos jóvenes rellenaron unos formularios acerca de sus experiencias personales sobre abusos de todo tipo, problemas de delincuencia o simplemente problemas familiares. A parte de este cuestionario dejaron una muestra de ADN en forma de saliva para que fuese analizada por los cientificos.

Los resultados revelaron que las variantes de estos tres genes comunes interactuan entre sí, y esto sumado a los factores ambientales negativos de cada persona aumentan considerablemente la probabilidad de comportarse de una manera genes antisocial y agresiva, cabe destacar también que factores positivos en la vida de las personas que poseen estos genes disminuyen estas probabilidades.

Tanto las experiencias positivas como las negativas influyen en todas nuestras variantes genéticas afectando así a nuestro cerebro y con ello a nuestro comportamiento, "Los efectos de las variantes de muchos genes que son comunes en la población dependen de factores ambientales, además, estas variantes genéticas se influencian entre si" explica Sheilagh Hodgins, autora de este estudio.

"Estos resultados se suman a los de otros estudios que muestran que los genes afectan al cerebro, y por lo tanto al comportamiento, mediante la alteración de la sensibilidad con el medio ambiente" sentencia Hodgins.